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Una nueva esperanza!
Atelopus monohernandezii reaparece luego de 41 años 

por Fundación Endemos, noviembre 2024.

115 especies de anfibios se reportan actualmente para el departamento de Santander, dos de ellas muy especiales, las ranas arlequines de Santander, Atelopus mittermeieri y Atelopus monohernandezii. Ambas especies muy amenazadas y consideradas casi extintas.... desde su descripción (1983), la rana arlequin del "Monito" no se había vuelto a ver... hasta ahora.

Atelopus monohernandezii

Hembra adulta de Atelopus monohernandezii. foto in situ del único ejemplar visto desde hace 41 años!. foto: Elson Meneses-Pelayo

La rana arlequín del "Monito" fue una especie muy común y abundante hasta la década de 1980 en las inmediaciones de la única localidad donde ha sido vista, el corregimiento de Virolín, en Charalá, Santander. Posteriormente, estas poblaciones sufrieron una drástica reducción como resultado de una enfermedad infecciosa causada por un hongo voraz (Batrachochytrium dendrobatidis) y su efecto sinérgico con la degradación de su hábitat.  

Atelopus monohernandezii

Hembra adulta de Atelopus monohernandezii. foto in situ del único ejemplar visto desde hace 41 años!. foto: Elson Meneses-Pelayo

El nombre de esta especie de sapito arlequín fue puesto como homenaje póstumo al gran biólogo naturalista y ser humano Jorge Ignacio Hernández Camacho al que muchos amigos y allegados llamaban de cariño "Monito". El Monito fue un maestro para muchas generaciones de biólogos, geólogos y naturalistas que hoy día lo recuerdan con mucho cariño y admiración por todas sus enseñanzas, quien, además contribuyó significativamente al conocimiento de la biota colombiana. La rana arlequín del Monito se convierte hoy en una bandera de conservación de los bosques andinos de Santander y una vez más rendimos homenaje a la memoria de un sabio que nos abandonó el 15 de septiembre del 2001. 

Atelopus monohernandezii

Hembra adulta de Atelopus monohernandezii. foto in situ del único ejemplar visto desde hace 41 años!. foto: Elson Meneses-Pelayo

El declive poblacional y en algunos casos la extinción completa de muchas de las ranas arlequines ha motivado la investigación e implementación de diferentes estrategias de conservación en Centro y Sur América. En Colombia existen iniciativas en la Sierra Nevada de Santa Marta, Costa Pacífica y en algunas poblaciones de especies de la Cordillera Central y Oriental. Sin embargo, en el caso de las especies Santandereanas no había sido posible dar buenas noticias luego de exhaustivos muestreos y expediciones a lo largo y ancho del departamento; esfuerzos llevados a cabo por un grupo de profesionales y estudiantes entusiastas de la herpetología que de manera incansable y desinteresada se esmeran por aportar su granito de arena a la conservación de la herpetofauna Santandereana, El Grupo de Estudios en Anfibios y Reptiles de Santander, G.E.A.R.S.

monitoreo de anfibios
Atelopus monohernandezii

Equipo de trabajo Proyecto Atelopus "Monito"Expedición de monitoreo y caracterización de hábitat y microhábitat de Atelopus monohernandezii en la Serranía de los Yariguíes. fotos: Elson Meneses-Pelayo

Gracias a estos esfuerzos, en octubre de este año se encontró un individuo de Atelopus monohernandezii en medio de una zona de producción agrícola en la Serranía de los Yariguíes. Hallazgo completamente sorpresivo que nos motiva hoy a liderar este proyecto de conservación, el cual, tiene como propósito promover la conservación de los bosques donde habita esta especie mediante la gestión de recursos para comprar predios y crear reservas naturales que protejan todo el ecosistema asociado. En este momento, este ecosistema está siendo transformado en potreros y cultivos de aguacate ya que no se encuentran dentro de un área protegida. Asimismo, empoderar a las comunidades con el conocimiento necesario para administrar estas reservas y garantizar un uso sostenible de sus riquezas naturales. 

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Hábitat de Atelopus monohernandezii. foto área de la zona con alto grado de intervención y perdida de cobertura natural indispensable para la supervivencia de la especie. foto: Elson Meneses-Pelayo

Para cumplir este objetivo necesitamos de tu ayuda, se requiere una gran inversión económica para cubrir los gastos logísticos requeridos para realizar el monitoreo de la especie, para generar el material didáctico que apoyará las labores de educación ambiental y para comprar los predios que servirán como resguardo perpetuo para la especie y su ecosistema. Es muy importante tomar medidas inmediatas para salvaguardar lo que podría ser la última población de Atelopus monohernanzii, la ampliación de la frontera agricola en la región avanza con pasos de gigante, asimismo, debe ser el esfuerzo por conservarla.

Vídeo resumen del redescubrimiento de Atelopus monohernandezii y lanzamiento del proyecto Atelopus "Monito".

Apóyanos!

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